¡¡¡Buenas, alicantinos, alicantinas y demás seres!!!
Hoy, con un día de retraso, me toca actualizar a mi
(Moi) y voy a hacerlo sobre “nuestro baloncesto”.
El tema que tenía pensado para ayer era sobre “cacas
de perro en la pared a un metro del suelo” pero por falta de fotos y que
todavía estamos empezando no me parecía la mejor idea.
Pues lo dicho, paso a hablaros de nuestras aventuras
en la cancha de basket del Hipódromo de Alicante:
Soy un perro rebelde |
El Hipódromo es una zona de pistas para diferentes
deportes detrás del Estadio José Rico Pérez en la zona conocida como Ciudad
Deportiva.
Si os perdeis buscad los focos |
En él hay un campo de Fútbol-11,
o dos de Fútbol-7 si se juega en las dos mitades. A ambos lados del campo hay 2
pistas de Basket, donde nosotros “jugamos” y rodeando todo el perímetro un
carril bici y una pista de atletismo para correr/andar. Además también hay una
pista de hockey y Fútbol 5, zona de parque infantil y hasta para Petanca.
Zona de aparcamiento siempre libre |
Enorme el campo, donde jugaba Oliver para irse a Brasil con Roberto |
Como veis, es una zona buenísima para ir y hacer
cualquier tipo de deporte, y salvo fines de semana y por las tardes no se llena
mucho.
Nosotros vamos siempre que podemos a “jugar al
baloncesto” y lo digo entre comillas porque somos malísimos. Somos bajitos, sin
fuerza, sin puntería y con un nulo conocimiento de cómo jugar. Menudo mezclote
de talentos.
De las dos
canastas, la mejor es la que da hacia el Rico Pérez por la mañana, ya que el
Sol queda detrás.
Pasa que me hago un mate, tron |
Por la tarde es justo lo contrario. Si tenéis tiempo libre,
recomendaría que madrugaseis para jugar y a las 11 terminar que es cuando el
Sol, unido al cansancio, hace mella en vuestros cocos. Además, para todos
aquellos que como nosotros no saben jugar o son un poco malos es la mejor hora
porque no hay nadie que os pueda ver.
Esta es mi pista |
Y eso,
nuestro modus operandi baloncestístico se basa en ir a echar canastas, estorbar
los tiros para movernos, hacer miles de kilómetros recogiendo balones que se
van a la quinta puñeta y cosas así.
Siempre
terminamos haciendo un 21, donde siempre empiezo ganando y luego pierdo.
Solo podemos
hacer esto porque el número de gente que viene a jugar es muy limitado, o nulo
directamente.
Eso sí, por
poco que hagamos se nota un huevo en el físico luego.
Desde aquí
animo a los lectores a que se unan a nosotros para jugar algún día.
Y con esto me despido.
¡¡¡Hasta la próxima!!!
Moi
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